Hora del Mate
Creo que es tiempo de tener esos cinco minutos y tomarme un buen mate: de ese mate cebado por manos amorosas y serviciales.
Y entre cebada y cebada vienen a mi mente, momentos que como comunidad de Fe hemos vivido en estos últimos años.
Momentos gratos y no tan gratos. Momentos de decisiones tanto de la comunidad como de este siervo. Momentos de tentaciones, que parecieran que desaparecen, pero vuelven, porque el tentador allí está. Momentos de crecimiento y reflexión.
Y siento que se tapa de tanto en tanto ese mate…ante tantos recuerdos y tantas realidades que muchas veces no quisiéramos repetir o volver a escuchar.
Se me atraganta de emoción ante el hermoso desafío que tenemos como iglesia local así como iglesia parte de un circuito junto con las demás iglesias hermanas.
Pero el mate no es ni debe ser para tomarlo solo, debe ser compartido con otros, toma otro gusto… por eso te quiero invitar a matear con el hermano que está ahí sentado delante de vos. Invitar a la hermana, que hace rato no le hablás. Invitar a los que están en Ramos, Ituzaingo, Villa Amelia, a que compartamos de este mate. No dudes en hacerlo.
Es un mate inclusivo.
Pero necesitamos calentar y preparar más agua y yerba mate para todos y todas. Debemos estar listos como nos cuenta el relato bíblico, las vírgenes que estaban preparadas fueron llevadas por el “novio” y las que no estaban listas perdieron esa oportunidad. Los/las Boy Scouts dicen, estar Siempre Listos/as.
Sin embargo hay quienes no quieren compartir aún de ese mate fraterno y quieren formar parte del mate individualista, egoísta, centro de todo, mirándose hacia adentro o levantando el dedo acusador. Y sabés, creo que ese mate no sabrá rico, ni será espumeante, será muy “lavado”.
Y van terminando mis cinco minutos…y se acerca el recuerdo del Cristo Crucificado, pero sobre todo el Cristo triunfante, el que venció la muerte, porque para El no hay nada imposible.
Quizás he dejado volar mucho mi imaginación, pero supongo que Jesús también se sentaría con nosotros y nosotras a tomar de un buen mate…no el egoísta…sino el fraterno y solidario…
Ya no se me tapa la bombilla…vuelve el sueño de una comunidad creciendo…enfrentando al tentador haciéndolo huir, una comunidad unida en el Señor…que buen mate…calentito…como el Corazón Ardiente que nos contara nuestro hermano Juan Wesley.
Y se me acabo mi tiempo de matear, ahora es tiempo de sembrar…. Te animás? Te espero.
Marco Ochoa Jara
Pastor
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