viernes, 20 de febrero de 2009

Nuevos Desafios


DESAFIAR significa llamar a desafío, provocar, afrontar, estimular, despertar, entrar en desafío [del italiano disfidare].

En este sentido quiero desafiar, provocar, estimular, despertar a todo METODISTA a pensar, reflexionar conmigo sobre LOS DESAFIOS DE DIOS PARA LOS METODISTAS, HOY.

Cuando revisamos nuestra historia, observamos que el movimiento del pueblo llamado metodista estuvo repleto de DESAFIOS. Desafío de reformar una iglesia cuyos líderes de las grandes cúpulas estaban envueltos en prácticas de injusticia, corrupción y explotación. Desafío de reformar a la nación inglesa que vivía el caos de una sociedad que enfrentaba las consecuencias de la Revolución Industrial como acumulación de bienes y de la mala distribución el pasaje del capitalismo comercial, y el capitalismo industrial que generaba ya varios problemas en la época.
Como podemos observar históricamente hablando, el Metodismo siempre vivió de los desafíos.
¿Qué DESAFIOS Dios tiene para los Metodistas hoy?
Dentro de varios desafíos que podríamos enumerar, me gustaría destacar apenas cuatro:

1. Desafío de la Vocación:

“No fueron llamados muchos sabios..., ni muchos poderosos, ni muchos de nobles de nacimiento;” [I Corintios 1:26b]
Mas el texto afirma: “Dios espió las cosas locas del mundo”; escogió las cosas débiles del mundo, escogió las cosas humildes, aquellas que no es sano. Creo que estos detalles de la vocación nos desafían como METODISTAS hoy: la locura, y la flaqueza, la humildad, el no ser.

Quien es el “loco(a)”? Aquel(a) que perdió el uso de la razón, demente, temerario(a), insensato(a), apasionado(a). ¿Cuantas veces los Metodistas fueron llamados de locos por creer en la justicia de Dios, en la libertad de los esclavos, en la liberación de los vicios, en la educación para los pobres, en la restauración que da dignidad y moralidad? Y hoy, ¿aún somos locos?
¿Quién es el débil? Es aquel (a) que está sin fuerzas, debilitado(a), frágil. Será que Juan Wesley no se sintió así cuando inicio su ministerio pastoral, siendo prohibido de predicar en pulpitos de la Iglesia Anglicana? “Porque, cuando soy débil, es que soy fuerte.”[II Corintios 12:10b]. Nuestra flaqueza nos enseña a hacernos totalmente dependientes de Dios.
¿Quien es el humilde? simples, modestos(a), sumiso(a). Fue así que el movimiento Metodista comenzó en Inglaterra. Un movimiento simples de personas simples, y modestos (as) de personas sumisas. “Bienaventurados los humildes de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.” [Mateo 5:3]. Por último, “aquellos que no son”: “Entonces eran ellos pocos en número poquísimos y forasteros (...)” [Salmo 105:12]. Así era Israel delante de los ojos humanos. Cuantos intentaron diezmar a Israel, pero no lo consiguieron, pues Israel estaba debajo de la promesa de Dios: “Haré de ti una nación grande”.

Tenemos parte de esta promesa de Dios, pues somos parte del Nuevo Israel de Dios. Queremos ser el METODISMO un movimiento que alcanza a los pobres, humildes y marginados; esos son la mayoría, entonces seremos mayoría. Pero, ¿“como oirán, si no hay quien predique?” [Romanos 10:14c].

2. Desafío de la Predicación:

La predicación de las “buenas nuevas” siempre fue un desafío para Juan Wesley y los metodistas de su época. Cuantas persecuciones, luchas e impedimentos! Juan Wesley fue prohibido de predicar el evangelio en los púlpitos anglicanos, pero el mismo declaró: “El mundo es mi parroquia”. Ejemplo: El surgimiento del Metodismo en el Perú. Se inició desde el Puerto del Callao hace 132 años atrás “La Primera Iglesia Evangélica fundada por un siervo de Dios, Francisco Penzotti proveniente del Uruguay en el mes de Julio de 1988. El era un colportor de Biblias (distribuidor), era metodista, En 1990 sufrió la persecución y el encarcelamiento. Generó un movimiento tan grande que era imposible poder pretender ocultarlo, finalmente fue liberado, y continuo con su obra.

Juan Wesley dice que hallaba preferible la separación de la Iglesia Anglicana con el movimiento metodista el que renunciar a los cuatro puntos básicos del programa metodista:
Predicadores laicos, predicación al aire libre, predicación espontánea y organización de las sociedades [es la Visión Wesleyana de Discipulado Hoy].
Si queremos el crecimiento del Metodismo entonces estamos desafiados(as) a predicar el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

3. Desafio de Liderazgo:

El famoso escritor Rick Warren dice que: “Todo lo que se edifica o se derrumba se da, según quien sea el líder”. El declara que “nada acontece sin que alguien proporcione liderazgo”. Es necesario el liderazgo para generar expectativas y llegar a ser el absurdo para muchos. El obispo Paulo Lockmann de Brasil declara en relación a su objetivo de alcanzar 1.000.000 [un millón] de metodistas en el Estado de Río de Janeiro lo siguiente: “un hermano me pregunto hace algún tiempo: Obispo, el Señor no tiene miedo en caer en ridículo, si no consigue alcanzar la meta? Yo no respondí, pero pensé: Mi mayor temor es el ridículo, del fracaso, de desistir de lo que considero una orden y plan de Dios. Así, que prefiero el ridículo de no alcanzar que el ridículo de desistir.”

Rick Warren declara: Liderazgo es influencia. Esa influencia puede ser para el bien o para el mal, positivo o negativo, pero una cosa es cierta: estará siempre influenciando, de una manera o de otra.
El mundo precisa de líderes que no se vendan por precio alguno, de palabras, que pongan la honra encima del dinero, honestos(as) en las pequeñas cosas como en las grandes, que sacrifiquen sus intereses personales por la comunidad. De líderes que sigan a Cristo sin dudar y sin desfallecer. Si es que queremos soñar con una iglesia santa, no nos queda otra cosa que tener líderes que muestren estas características y valores.

Ese debe ser el retrato del liderazgo metodista: pastores y pastoras, laicos y laicas. Pero, para lograr esto, surge otro desafío, el del CARÁCTER.

4. Desafío de Carácter:

Rick Warren afirma: “El fundamento del líder es el carácter y no del carisma”. Esta afirmación es profunda y verdadera, pues cuantas veces verificamos líderes con grandes carismas, pero sin ningún carácter. Liderazgo no se forma solo con los academicismos, sino que es una cuestión de carácter.

Juan Wesley describe el carácter de un metodista dentro de las siguientes afirmaciones y reflexiones:

a.... Tener el amor de Dios derramado en su corazón por el Espíritu Santo que le fue dado [Romanos 5:5];
b.... ama al Señor tu Dios con todo el corazón y el alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas [Marcos 12:30];
c.... confía integralmente en el Señor y recibe todas las cosas con alegría en su corazón; sea dificultad, alegría, enfermedad, sea salud, vida, sea la muerte, el siempre da gracias al buen Dios, desde lo más profundo de su corazón, sabiendo que así como toda buena dádiva viene de lo alto, apenas aquello que es bueno podrá venir del Padre de las luces [Santiago 1:17]. Y es en virtud de esa confianza, que el(ella) no vive ansioso(a) e intranquilo(a), porque coloca sobre Dios toda su ansiedad y descansa en El.
d.... ora sin cesar, que no significa estar siempre en la iglesia, pero sin perder ninguna ocasión de estar. No significa vivir arrodillados y con el rostro dirigido al Señor, sino con el corazón siempre, en todo tiempo y lugar, vuelto a Dios. Esté solo o acompañado(a), descansando, ocupado(a) o conversando, acostado (a) o de pie, Dios esta siempre presente en sus pensamientos.
e.... ama al próximo como a si mismo. Su corazón está lleno del amor por la humanidad, por los enemigos(as) y por los(as) perseguidos (as)
f.... Se puro de todo sentimiento de venganza, envidia, malicia, rabia, ira y de toda y cualquier inclinación hacía el mal.
g.... tiene como propósito fundamental hacer la voluntad de Dios. Su única intención, en todo momento es no hacer su propia voluntad, mas si agradar y hacer la voluntad de aquel que le salvo.
h.... ama al Señor y guarda sus mandamientos, no alguno de ellos o la mayoría, sino todos, desde el menor al mayor. Procura evitar todo lo que Dios prohíbe, realiza todo lo que Dios ordena, sea fácil, sea difícil, alegre o doloroso.
I…Se coloca al servicio de Dios, pronto(a) a obedecerlo en todas las circunstancias. Presenta continuamente su cuerpo y su alma en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, completamente y sin reservas, entregando todo lo que posee para la gloria del Padre.
j.... Haz el bien a todos, de todos los modos posibles. Alimenta al hambriento, cubre al o desnudo, visita a los enfermos y los presos. Además de esas obras de misericordia, trabaja también en favor de sus almas, despertando a los que duermen, animando a los cansados y estimulando a todos y todas para que sean siempre abundantes en la obra del Señor.

Esos son algunos de los muchos desafíos para los(las) metodistas hoy. ¿Vamos a reflexionar, analizar y aceptar los DESAFIOS DE DIOS PARA LOS (LAS) METODISTAS HOY?
“Es el tiempo de dar respuesta a este gran llamado de Dios para nuestra Iglesia Metodista, depende de cada unos de nosotros (a) dejarnos conducir por el poder de su Espíritu para poder asumir esta tarea con responsabilidad y valentía. Que Dios levante un liderazgo de carisma, pero sobretodo de carácter, en cada rincón de nuestra América.
Pastor Javier Ochoa Jara
Iglesia Metodista del Peru

domingo, 1 de febrero de 2009

El no nos abandona

El relato bíblico nos cuenta que un pastor de ovejas al darse cuenta de que había perdido una de ellas, deja las 99 a buen recaudo y sale a buscar la oveja extraviada.

Pero por qué no pensarlo desde otro ángulo, y el imaginario me hace pensar en esa oveja, que estará sintiendo, frío, hambre, sed, miedo, angustia o quizás está adolorida por algún golpe. Está mirando de un lado a otro, su balido es cada vez más débil, se siente desfallecer.
Y quizás se le haya cruzado por la mente de esta oveja, “el pastor ni se habrá dado cuenta que falta una oveja, tiene tantas”.

Pero cuando ve a lo lejos que se acerca alguien parecido a su pastor no puede balar, el frío le ha entumecido, y se esfuerza pensando que no la iba a ver, pero sin embargo el pastor ya la había divisado a lo lejos, se acerca, la observa, la va palpando viendo si tiene algún hueso roto. Saca de su alforja agua y le hace tomar. La levanta suavemente, y a la oveja le hubiera gustado poder hablar y agradecerle, pero solo atina a acurrucarse, buscando el calor humano del pastor, su amigo.

Lo mismo es nuestra vida cuando pensamos que ya nadie se acuerda de uno. Muchas veces nos hemos sentido completamente solos. Pero…

Alguien escribió y decía:

Había una vez un hombre que tenía que viajar de un pueblo a otro, no había otra forma de llegar que caminando, así que se dispuso a caminar. Al comenzar la caminata se encuentra con un rostro conocido, ese rostro que tantas veces había visto en imágenes y pinturas, era al mismo Jesús. Y le pregunta, ¿Eres Jesús? Y le contesta que si, y que le gustaría viajar junto con el, se podrían acompañar mutuamente. Así lo hicieron.

El sol era abrasador, le quemaba la cabeza, el rostro, el cuerpo de este pobre hombre. A mitad de camino comenzó a sentirse mal. Sentía que le pesaban las piernas, la cabeza le daba vueltas, le dolía duramente y de pronto no pudo recordar más, cayó desmayado.

Pasaron las horas y al despertarse y como no recordaba lo que le había pasado luego de que el se sintiera descompuesto, miró a un lado y a otro buscando a Jesús y no lo encuentra. No reconocía el lugar donde estaba ahora. Pensó, “quizás por la fiebre habré caminado sin darme cuenta, pero, ¿y Jesús?

Mira hacia atrás por el camino y observa sólo un par de huellas y dijo: “pero, como pudo ser posible que en el momento en que más lo necesitaba, Jesús me dejó sólo, ¿donde estaba? me dejó sólo” y en medio de esa reflexión y cuestionamiento se escucha la voz de Jesús que le dice: Porque decis que te dejé sólo?

Y el hombre le contesta, “ porque sólo veo un par de huellas que seguro fueron las mías”.

Jesús con esa dulzura y paciencia infinita le dice:

“Acaso no te has dado cuenta que cuando estuviste enfermo, desmayado, yo te levante con mis brazos y te llevé cargado como un tierno bebé mientras tu dormías, ¿pensabas que te iba a abandonar?”

Ese es El Buen Pastor. Quien está acompañándote aunque tu no lo sepas, el que te levanta y te hace descansar.

No estamos solos

El no nos abandona.