Queridos/as hermanos y hermanas de la Comunidad de Morón:
La Navidad, íntimamente conectada con la novedad que propone el Evangelio, inyecta renovadas fuerzas a la esperanza que somos llamados a vivir y compartir con palabras y gestos. Las “nuevas de gran gozo” (Lucas 2.10) anunciadas aquella fría noche en Belén tienen que ver con la restauración del perdón en Cristo, la nueva vida de la regeneración por el Espíritu, el futuro diferente resguardado por las mismas manos de Dios.
Traspasamos el umbral de un año que marca, simultáneamente, una inflexión y una continuidad en nuestra Iglesia Evangélica Metodista Argentina. Lo distinto está dado por el cambio de la figura sobre cuyas espaldas recae la responsabilidad de la conducción pastoral nacional. Nos referimos al electo nuevo Obispo de nuestra iglesia, el pastor Frank de Nully Brown. La continuidad tiene que ver con seguir transitando el rumbo trazado en el marco del Plan Estratégico, propuesto, analizado, debatido y acordado durante la gestión de nuestra Obispo anterior (E) Nelly Richie. Afrontamos, sin dudas, un tiempo de replanteos y ajustes.
“La esperanza es mapa que dibuja nuestro pueblo en busca de otras rutas...”
Conciente de su llamado y en actitud de obediencia, nuestra Iglesia busca nuevas rutas que le permitan un más eficaz ejercicio de su misión en la sociedad donde se halla inserta.
“...la esperanza es larga caminata, sueño de una tierra liberada, hacha y pala del amor...”
El camino sin duda es largo y requiere esfuerzo. Necesitaremos tomar el hacha para desmalezar, desprendiéndonos de aquellos lastres que pueden entorpecer el avance. También necesitaremos creatividad para trazar con la pala un sendero donde no lo hay, aventurándonos a un rumbo aún no transitado, por donde Dios quiera conducirnos.
“...la esperanza es carta que escribimos a los niños, hijos de estos hijos...”
Queremos pensar más allá de lo inmediato. Nos motiva el deseo y la responsabilidad de dejar un legado a las futuras generaciones. Pero no lo hacemos esperando que quienes nos secunden se vean obligados a mantener lo que les dejamos. Ellos, a su vez, tendrán que asumir su propia libertad y decidir qué cosas de su pasado (que es hoy nuestro presente) les servirán frente a su realidad, y qué cosas quedarán relegadas al recuerdo de lo que sirvió una vez pero perdió vigencia.
“...la esperanza es árbol que plantamos,
un camino que abres con tus manos y otros llegan hasta el mar...”
Porque tenemos esperanza, sembramos sueños para que se concreten en acciones en pro de una comunidad creciente, integradora, salvífica, festiva, anticipo de la consumación del reino venidero. Tal vez nosotros no lleguemos a ver el árbol crecido, no alcancemos el término de este sueño; tal vez sean otros los que lleguen al mar de la iglesia renovada y renovante a la que aspiramos, pero habremos contribuido a dar impulso a esta barca.
“¡Vamos, que ya vienen nuevos días..!"
Habrá transformaciones que consensuar, ajustes que implementar, decisiones que tomar con valentía. Se vislumbran nuevos días para nuestra IEMA, que en realidad, no son sino los de siempre pero actualizados y contextualizados, revestidos de lo nuevo que se necesita para ser sal y luz hoy en nuestro mundo. Se vienen nuevos días para nuestra comunidad local, y esto es motivo de esperanza. Nuestras reuniones de Junta seguirán siendo los espacios para encontrar las alternativas que nos demanden los nuevos tiempos. Habrá, sin dudas, descubrimientos, aprendizajes, transformaciones, crecimiento.
Nuestros lógicos temores y reservas frente a todo cambio son neutralizados por la certeza de que “camina con nosotros uno que hace amanecer”. Por eso, ¡vamos!
¡Bendecida Navidad y esperanzado comienzo de año para todos! El Señor los colme de su presencia y fortalezca la esperanza en cada uno y una de ustedes.
Ricardo D. Fantini
Presidente Junta Directiva
Primera Iglesia Evangelica Metodista de Morón
( Nota: Los versos entrecomillados han sido tomados de la canción “¡Vamos!”, escrita por el pastor Guido Bello y musicalizada por el pastor Pablo Sosa)
La Navidad, íntimamente conectada con la novedad que propone el Evangelio, inyecta renovadas fuerzas a la esperanza que somos llamados a vivir y compartir con palabras y gestos. Las “nuevas de gran gozo” (Lucas 2.10) anunciadas aquella fría noche en Belén tienen que ver con la restauración del perdón en Cristo, la nueva vida de la regeneración por el Espíritu, el futuro diferente resguardado por las mismas manos de Dios.
Traspasamos el umbral de un año que marca, simultáneamente, una inflexión y una continuidad en nuestra Iglesia Evangélica Metodista Argentina. Lo distinto está dado por el cambio de la figura sobre cuyas espaldas recae la responsabilidad de la conducción pastoral nacional. Nos referimos al electo nuevo Obispo de nuestra iglesia, el pastor Frank de Nully Brown. La continuidad tiene que ver con seguir transitando el rumbo trazado en el marco del Plan Estratégico, propuesto, analizado, debatido y acordado durante la gestión de nuestra Obispo anterior (E) Nelly Richie. Afrontamos, sin dudas, un tiempo de replanteos y ajustes.
“La esperanza es mapa que dibuja nuestro pueblo en busca de otras rutas...”
Conciente de su llamado y en actitud de obediencia, nuestra Iglesia busca nuevas rutas que le permitan un más eficaz ejercicio de su misión en la sociedad donde se halla inserta.
“...la esperanza es larga caminata, sueño de una tierra liberada, hacha y pala del amor...”
El camino sin duda es largo y requiere esfuerzo. Necesitaremos tomar el hacha para desmalezar, desprendiéndonos de aquellos lastres que pueden entorpecer el avance. También necesitaremos creatividad para trazar con la pala un sendero donde no lo hay, aventurándonos a un rumbo aún no transitado, por donde Dios quiera conducirnos.
“...la esperanza es carta que escribimos a los niños, hijos de estos hijos...”
Queremos pensar más allá de lo inmediato. Nos motiva el deseo y la responsabilidad de dejar un legado a las futuras generaciones. Pero no lo hacemos esperando que quienes nos secunden se vean obligados a mantener lo que les dejamos. Ellos, a su vez, tendrán que asumir su propia libertad y decidir qué cosas de su pasado (que es hoy nuestro presente) les servirán frente a su realidad, y qué cosas quedarán relegadas al recuerdo de lo que sirvió una vez pero perdió vigencia.
“...la esperanza es árbol que plantamos,
un camino que abres con tus manos y otros llegan hasta el mar...”
Porque tenemos esperanza, sembramos sueños para que se concreten en acciones en pro de una comunidad creciente, integradora, salvífica, festiva, anticipo de la consumación del reino venidero. Tal vez nosotros no lleguemos a ver el árbol crecido, no alcancemos el término de este sueño; tal vez sean otros los que lleguen al mar de la iglesia renovada y renovante a la que aspiramos, pero habremos contribuido a dar impulso a esta barca.
“¡Vamos, que ya vienen nuevos días..!"
Habrá transformaciones que consensuar, ajustes que implementar, decisiones que tomar con valentía. Se vislumbran nuevos días para nuestra IEMA, que en realidad, no son sino los de siempre pero actualizados y contextualizados, revestidos de lo nuevo que se necesita para ser sal y luz hoy en nuestro mundo. Se vienen nuevos días para nuestra comunidad local, y esto es motivo de esperanza. Nuestras reuniones de Junta seguirán siendo los espacios para encontrar las alternativas que nos demanden los nuevos tiempos. Habrá, sin dudas, descubrimientos, aprendizajes, transformaciones, crecimiento.
Nuestros lógicos temores y reservas frente a todo cambio son neutralizados por la certeza de que “camina con nosotros uno que hace amanecer”. Por eso, ¡vamos!
¡Bendecida Navidad y esperanzado comienzo de año para todos! El Señor los colme de su presencia y fortalezca la esperanza en cada uno y una de ustedes.
Ricardo D. Fantini
Presidente Junta Directiva
Primera Iglesia Evangelica Metodista de Morón
( Nota: Los versos entrecomillados han sido tomados de la canción “¡Vamos!”, escrita por el pastor Guido Bello y musicalizada por el pastor Pablo Sosa)
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